«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla».
Estemos en vela para reconocer su presencia en la gente sencilla.

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a la gente sencilla».
Estemos en vela para reconocer su presencia en la gente sencilla.