Jóvenes, Laicos, Noticias, Sor María Laura

Porta-reliquia de la Hna Maria Laura

Mi nombre es Marisa, y el año pasado, del Movimiento de Jornadas de Vida Cristiana, me invitaron a participar en la organización de una convivencia para el secretariado de dicho movimiento, que son quienes llevan adelante los retiros que se organizan para jóvenes de entre 18 y 30 años.

Para ello era necesario elegir un lema; el cual sería transversal en toda la convivencia, buscando renovar de color ese llamado personal que Cristo un día nos hizo y les hizo al llamarnos por nuestro nombre.

Entonces, se sugirieron varias frases de distintos santos, todas bellas y oportunas, y cuando tuve que decir mi frase elegida, en mi, resonaba la frase de María Laura: “Quiero  hacer de mi vida, algo bello para los demás”, la dije y conté  de manera breve de quien era, y que una Hna. que conocía de la congregación había viajado a la beatificación y que estaba en ese momento en España. Que ella me había compartido un video muy conmovedor de su vida, sobre todo por estar relatado en primera persona.

Lo compartí con ellos y cada uno lo vio en su momento, viéndose todos conmovidos con su historia de vida, y también motivados por su ejemplo, entrega y misericordia a imitación de Cristo.

Una mujer referente para los jóvenes, provida, alegre, y que resumia en una frase, el ser cristiano, el ser jornalista, porque quien se encuentra con Cristo, y entiende su misión en la vida, que no es obra del azar, sino del amor de Dios que nos llamó a la vida,  no puede hacer más que de su vida, algo bello para los demás.

Y por unanimidad, fue el lema elegido. Le conté a la Hna. Isabel de todo esto, y ella con la alegría y el entusiasmo que la caracteriza se sumó a esta propuesta poniendo a disposición la reliquia de María Laura. Para Silvia y para mi que éramos las encargadas de espiritualidad en la convivencia, fue de gran gozo contar con tal bendición, decidimos mantener esta alegría en secreto hasta ese día, para sorprenderlos y fue un gran abrazo del Cielo, en principio, para los que organizamos la convivencia y luego para los miembros del secretariado, que les paso lo mismo que a todos al conocer su historia y reconocerse en ese lema.

Volviendo a la reliquia, cuando por fin la tuve en mis manos, pensé que seria necesario algo que la contenga para ser expuesta. Entonces le pedí a una amiga que me cortara un corazón con un hueco en el centro para calzar la reliquia. Lo hizo y luego con gubias y otros elementos tallé las letras de la frase, rostro y la cruz, que también, gracias a la Hna. Isabel que me compartió la historia de esa Cruz y su importancia para la Congregación, pensé entonces que debía estar en el  portador de la reliquia. El tiempo para hacerla fue breve, por lo que no pude ser suficientemente cuidadosa en cada detalle de terminación y en la base. Pero sí, la providencia, hizo posible que estuviera a disposición todo lo necesario para que sea expuesta la reliquia.

Como siempre, los planes del Señor son mejores que los nuestros. Tengo que reconocer que estuve a punto de decir que no a la invitación, pero sucedieron varias cosas que literalmente me decían que debía una vez decirle si, a esta invitación de trabajar para Él. Y que bueno que dije sí, porque a partir de ese momento, fue todo bendición tras bendición, un equipo excelente que daba gusto reunirse por zoom organizar y concretar, unir ideas… Todo, todo para agradecer.

Sentimos y vivimos lo que se siente hacer de nuestra vida algo bello para los demás, pero también lo sentimos y lo vivimos como un compromiso a vivir cada día.

Beata Maria Laura, ruega por nosotros.

Marisa

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Jóvenes, Laicos, Misión

Hijas e Hijos de la Cruz

En nuevas realidades de frontera.

La realidad del COVID 19 ha sido un acontecimiento mundial, que a cada uno de nosotros, de una u otra manera nos ha interpelado. Hemos buscado al Señor en esta realidad para no perder la esperanza o para estar preparados ante el apocalipsis que parecía estar aconteciendo frente a nosotros. Y en medio de esta realidad el Señor responde, interviene en la historia y nos concede su paz.

Dios es Vida y no nos deja solos.

El Señor viene, él es el “Dios de la Vida” y no el “dios de la muerte”, no permanece imperturbable a los gritos de auxilio (Ex 3,7), ni frente a nuestra desesperación en medio de la tempestad (Jb 38,1). Se compadece y viene al encuentro de nuestra fragilidad (Jn 1,9) para darnos vida (Jn 11, 25).

Y Dios que es vida también nos convoca a nosotros, y nos envía para dar vida y ser luz allí donde estamos. Esta invitación se ha vivido fuertemente al interior de las comunidades cristianas especialmente en tiempos de pandemia, como también en numerosos hombres y mujeres de buena voluntad, llevando a iniciar o a acompañar diferentes iniciativas solidarias, para estar cercanos a los pequeños y a los empobrecidos de hoy, que cada vez son más numerosos.

En Argentina, ha nacido y se ha fortalecido de un pequeño grupo ante esta realidad de sufrimiento de los empobrecidos. El don recibido de Juana Isabel y Andrés Huberto parece estar manifestándose de nuevas maneras, y con la creatividad del Espíritu.

Dios nos llama para dar vida, y ser hermanos y hermanas de todos.

Javier, el director del nivel secundario del Instituto Hijas de la Cruz de la Plata, inició hace unos meses un grupo conformado por diferentes padres, madres, ex alumnos, docentes y docentes jubilados de los diferentes niveles. Ya en el año 2019 este mismo grupo se había convocado para responder a una necesidad concreta: en los días más fríos de inviernos abrir las puertas del colegio para dar de beber y de comer algo caliente a personas de la calle. La iniciativa tuvo mucha convocatoria y grandes repercusiones.

En el año 2020, la realidad de pandemia dejó a muchas personas sin empleo ni ingresos fijos. Esta realidad movilizó a los “Padres Solidarios” nuevamente, ahora con el deseo de abrir un “merendero” en un barrio humilde.

El grupo llamado “Padres solidarios”, comenzó convocando a los niños de un barrio de las afueras de la plata, los días sábados a las 16 hs en un espacio abierto para evitar el contagio y cuidarnos unos a otros. Se ofrecía un vaso de leche y chocolate con algo rico para acompañar.

La iniciativa comenzó con la merienda y cada quince días también el almuerzo. Llegando al mes de diciembre, nos encontramos que todos los sábados se reparten las viandas de comida y la merienda. Nuevas iniciativas se sumaron estas últimas semanas como son la entrega de vestimenta, calzados para niños y plantas de verduras para iniciar huertas familiares.

Estas iniciativas no serían posibles sin la solidaridad de los padres de la comunidad del Colegio Sagrada Familia e Instituto Hijas de la Cruz. Son ellos quienes se han movilizado y han respondido a esta necesidad. A esta respuesta la llamamos “misericordia en acción”.
El día 8 de diciembre, se colocará un cartel con el nombre de “MERENDERO SANTA JUANA ISABEL Y SAN ANDRÉS” para continuar con la obra de nuestros fundadores, junto a los pequeños de nuestra querida América Latina.

• El Dios de la Vida hace fecunda nuestra entrega para el Reino.

En diciembre del 2019, la comunidad de hermanas Hijas de la cruz ha finalizado su presencia en los barrios de la Parroquia Sagrado Corazón de Boulogne, pero el espíritu de Andrés e Isabel sigue trabajando suscitando fraternidad para caminar junto a los pequeños y empobrecidos de hoy.

En la Capilla Medalla Milagrosa, los laicos y padres teatinos han respondido con un corazón atento a la realidad y las manos dispuestas para ponerse a la obra. Esta pequeña comunidad, ha sentido la necesidad de abrir un merendero ante la misma realidad de falta de trabajo y de nuevas oportunidades.

La semilla sembrada ha comenzado a dar frutos de compasión ante el sufrimiento, suscitando un compromiso en lo cotidiano. Esto no sería posible sin la acción del Espíritu que da nueva vida y nos hace hijos e hijas de Dios, y hermanos y hermanas entre nosotros.

• Es el Emanuel, el Dios con nosotros.

Es hermoso ver que ambas iniciativas de un merendero, ya sea en un barrio de La Plata como en la Capilla de un barrio de Boulogne, han nacido de los mismos laicos, y que se siguen sosteniendo en el tiempo gracias a que ellos mismos responden a una misma llamada: la llamada de Dios a responder ante el sufrimiento de los pequeños, y de ponerse en camino con lo que somos y tenemos. No se trata de grandes iniciativas, pero sí de grandes pequeñas transformaciones en el corazón de cada uno y en nuestro alrededor.
Este es el don que nos han dejado nuestros fundadores, y a nosotros, como gran familia espiritual, se nos invita a acogerlo y creativamente transmitirlo a las nuevas generaciones.

Jóvenes, Laicos, Misión

Mes Misionero 2020

Estamos en el Mes Misionero y no queremos que termine sin compartir nada, sin plasmar la realidad misionera que podemos vivir en nuestra vida cotidiana, allá donde estemos, allá donde vivamos…

Comenzamos con este vídeo hecho por jóvenes, con palabras, frases, trabajos de nuestra misión.

No va a ser el único e iremos compartiendo otros que han realizado jóvenes, profesores y profesoras con cariño y creatividad.

También compartiremos diferentes invitaciones, que nos llevan a un mismo encuentro: el que tendremos el viernes 30 con la Hermana Claudia, que nos hablará desde Ouaga.

¡Esperemos no nos falle ni la tecnología,… ni la Luz!

Jóvenes, Sor María Laura

Sor Maria Laura y los/las jóvenes de Grest 2019

« En tu vida debes hacer algo hermoso para los demás ». Estas palabras acompañaron a Sor Maria Laura, hija de la cruz, desde su adolescencia, durante toda su vida al servicio de los demás. Son palabras que acompañaron y fundamentaron (colorearon) la experiencia que hemos vivido en el mes de junio y comienzos de julio, acompañando a los grupos de Grest que decidieron venir a Chiavenna para conocer la “hermosa Historia” de una persona que, a los ojos de muchos, puede ser considerada santa. El paquete “Paseo por Valchiavenna”, propuesto a los oratorios de Lombardía, atrajo numerosos grupos, unos 20 más o menos, que venían no sólo de la diócesis de cómo, sino también de las limítrofes, un total de más de 1.000 niños/as, adolescente y acompañantes.

Una propuesta ganadora en una ocasión especial, que nos ha permitido, en primer lugar, acercarnos a la persona de Sor Maria Laura, para conocer sus aspectos más sencillos y ocultos que, a menudo, tienen el riesgo de permanecer en segundo plano respecto al hecho de su martirio; en un segundo tiempo, nos ha permitido de ser testigos de ello, poniendo en práctica lo que ella deseaba para cada joven, es decir, que todo joven realice algo bello en su vida y lo realice para los otros.

Las jornadas se han organizado con un primer tiempo de introducción en el “cine- teatro Vittoria”; luego los grupos se dividían en tres pequeños grupos de acurdo con las franjas de edad, para visitar los lugares más significativos: la habitación de Sor Maria Laura, la iglesia de San Lorenzo y el lugar del martirio.

Junto a la habitación, situada en la antigua casa de las Hijas de la Cruz, hoy sede de la “Comunidad Montana”, las hermanas nos han acompañado para conocer la vida de Sor Maria Laura, en particular, el amor que tenía a sus privilegiados, los pequeños, los jóvenes y los pobres, a quienes se daba de forma humilde y silenciosa, con la certeza de que en los otros podía encontrar a su Jesús.

En la iglesia de San Lorenzo, además de visitar su tumba y de conocer el sentido de su presencia en ese lugar, recordando el proceso que, como lo esperamos, nos la haga “santa entre los santos”, los grupos se han acercado a los orígenes de su historia espiritual y como se fue preparando para llegar a ser una Hija de la Cruz.

Al final, en la calle Poiatengo, los grupos han podido conocer la historia de sus últimos minutos, de su martirio, ocurrido entre el asesinato y la luz que brotó de su perdón. Una historia que a los ojos de cualquier persona puede aparecer mala, triste, absurda, pero que a los ojos de un cristiano aparece como una hermosa historia porque está impregnada de amor, de ese amor que resiste al mal, que resiste a la muerte… el amor que perdona en el momento más trágico, así como los hizo Jesús en la cruz.

Para añadir también a esta propuesta la belleza de la naturaleza, los grupos han podido recrear sus ojos con las maravillas de nuestro valle, de manera especial marchando hasta las cascadas de l’Acquafraggia, con una pausa en el “agroturismo” de Aquafracta, para un tiempo de granja-escuela.

El hecho de acompañar a estos grupos h sido para nosotras un regalo, pues nos ha permitido profundizar en la historia de esta pequeña gran mujer y de contarla a quienes han optado por venir a Chiavenna desde lejos.

El hecho de saber que su historia no queda encerrada en las montañas de nuestro valle nos cola de alegría, pues semejante tesoro no puede ser guardado celosamente, al contrario tienen que ser compartido generosamente, de manera que la vida de quien la escucha pueda ser transformada por el amor que irradia.

Cada día nos llevábamos a casa los ojos admirado de niños y chavales que en silencio nos han prestado atención y escucha mientras les contábamos los detalles de esta historia. Una historia que suscita muchas preguntas y el deseo de querer profundizar, comprender, conocer, Una historia que deja rastros de amor en el corazón de quien la escucha y que invita a amar plenamente en la vida de todos los días, haciendo así concreto el amor que Sor Maria Laura ha querido enseñarnos dando su vida.

Y, por supuesto es bien cierto que el grano que muere puede dar mucho fruto.

Por el grupo de los organizadores Cinzia Zarucchi

El texto original está publicado en: https://www.fillesdelacroix.net/index.php?option=com_content&view=article&id=494:suor-maria-laura-e-i-ragazzi-del-grest-2019&catid=128&Itemid=682