Siguiendo fieles a nuestros Fundadores, tomamos en serio nuestros compromisos bautismales.
Como respuesta a este compromiso, atentas a la llamada del Señor, queremos continuar en la iglesia la misión de Jesús:
• Instruir a los pobres
• Cuidar a los enfermos
• Enseñarles a conocer a Dios
• A vivir como hijos suyos
NUESTRO OBJETIVO
Es ser signos del amor y de la ternura de Dios, desde nuestro ser consagradas, con nuestro testimonio, y una mayor presencia y cercanía, especialmente entre los más pobres. Nos sentimos llamados a aliviar el sufrimiento y a infundir esperanza. Queremos que vivan con dignidad su condición de personas.
En todo momento, buscamos como metas ser acogedoras, sencillas, cariñosas y respetuosas. Queremos poner en práctica esa manera de amar que consiste en “acompañar a vivir” a las personas con las que nos encontramos, que son víctimas de la soledad, de la enfermedad, que están bloqueadas por la depresión o sencillamente que han perdido la alegría y la esperanza de vivir.