El Cristo de la comunión debe ser el Cristo existencial, histórico, hecho de personas, de situaciones, de pecado. De otro modo, la comunión sacramental NO tiene sentido. Acoger a Cristo, acoger a los otros, Eucaristía, Palabra.
(Beata María Laura)

El Cristo de la comunión debe ser el Cristo existencial, histórico, hecho de personas, de situaciones, de pecado. De otro modo, la comunión sacramental NO tiene sentido. Acoger a Cristo, acoger a los otros, Eucaristía, Palabra.
(Beata María Laura)
«Tú, Jesús me sirves siempre en la Eucaristía, en la confesión, en la Palabra.»
(Beata María Laura)
En Nuestros Fundadores, la obediencia era una disposición profunda, habitual, de escuchar al Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios, la Iglesia y los acontecimientos.
(E.V. 45)
Cada día consagramos tiempo a lo que creemos que es esencial y da sentido a nuestras vidas:… revisión de nuestra vida a la luz de la Palabra de Dios…
(E.V. 16)
Por medio de la Palabra, Dios nos instruye, nos convierte a su mentalidad y nos hace entrar en las disposiciones del Corazón de Jesús, nuestro centro, nuestro modelo, nuestro todo.
(E.V. 11)