«Mirada de amor al Padre, con Jesús (a partir de la Palabra) con la ayuda del Santo Espíritu que es mi ADN. Cada cristiano es hijo en el Hijo.»
(Beata María Laura)

«Mirada de amor al Padre, con Jesús (a partir de la Palabra) con la ayuda del Santo Espíritu que es mi ADN. Cada cristiano es hijo en el Hijo.»
(Beata María Laura)
Cada vez que tracemos sobre nosotras la señal de la cruz recordemos:
– Hoy actúo en nombre del Espíritu Santo (en el puesto del Espíritu de amor) dejando su benevolencia, su perdón, su alegría se expresen a través de lo que pienso, lo que digo y lo que hago.
(Beata María Laura, Hija de la Cruz)
“Nuestro carisma nos hace contemplar a la Santísima Trinidad inclinada sobre el hombre para realizar su proyecto de Amor, de novedad, de vida. Sugiero un compromiso.”
(Beata María Laura, Hija de la Cruz)
“La certeza de una presencia, la de Cristo Resucitado que, encarnado en mi historia cotidiana, me ama, me perdona, me renueva y no me abandona nunca.”
(Beata María Laura, Hija de la Cruz)
Compartimos un texto que nuestra Beata María Laura escribió en una carta a Vicenza 24/11/1997:
“Soy substancialmente feliz, sobre todo porque cada día descubro el amor de Dios por mí, a pesar de mis límites y luego trato de percibirlo en el rostro de mis hermanos que encuentro en mi vida cotidiana poniendo especial atención a los más desfavorecidos o que atraviesan alguna dificultad”.
(Beata María Laura, Hija de la Cruz)