Los jóvenes nos dicen que «Con la alegría de la fe, somos misioneros para proclamar el Evangelio».
Categoría: Laicos
Mes Misionero 2020
Estamos en el Mes Misionero y no queremos que termine sin compartir nada, sin plasmar la realidad misionera que podemos vivir en nuestra vida cotidiana, allá donde estemos, allá donde vivamos…
Comenzamos con este vídeo hecho por jóvenes, con palabras, frases, trabajos de nuestra misión.
No va a ser el único e iremos compartiendo otros que han realizado jóvenes, profesores y profesoras con cariño y creatividad.
También compartiremos diferentes invitaciones, que nos llevan a un mismo encuentro: el que tendremos el viernes 30 con la Hermana Claudia, que nos hablará desde Ouaga.
¡Esperemos no nos falle ni la tecnología,… ni la Luz!
Entre pucheros anda el Señor
Hoy, día de Santa Teresa de Jesús, me hace recordar esa frase de ella tan popular: «entre pucheros anda el Señor».

Automáticamente me viene el «puchero», -si se le puede llamar así- que tenemos en casa.
Hace siete meses que se cumplen en Argentina, desde que se paralizó el país a causa del covit 19. Ahora no está tan parado como antes, pero todavía, para desplazarse a otro municipio se necesita permiso.
En medio de esta situación, donde había gente que de por sí vivía una economía bien vulnerable, con un trabajo «no oficial», recogiendo cartones… esta situación lo que hizo fue perjudicarla mucho más.
De todos modos no podemos olvidar los signos del Amor de Dios que se reflejan, de un modo especial, en situaciones de dificultad, de dolor, de sufrimiento…

En el barrio de Reysol de Zárate, conocimos a gente que se puso a hacer la olla popular, para compartir la comida con la gente que más necesita. Cuando se hace la comida, va gente con un recipiente y le da una cantidad, teniendo en cuenta cuántas personas son en esa familia. Después, la Hermana Isabel con otra gente de la Capilla de Medalla, se comprometieron a hacer comida cada quince días. Conocieron a algunos que también querían ayudar en este proyecto y, actualmente se hace todos los sábados.

Además se ha creado una especie de grupo, donde están los diferentes lugares del barrio donde da comida o merienda, intentando ayudar a la gente más desfavorecida. De este modo, se hace la olla popular unos tres días a la semana y una merienda.
Hay gente que aporta económicamente y con alimentos. En algunos lugares donde se compra la verdura, el pan, etc., dan gratuitamente parte de los alimentos, porque saben su finalidad. Tenemos una cazuela bien grande que también ha sido donada.

Los sábados es cuando Isabel con gente de la Capilla de Medalla y otras personas, hacen la comida. Después la llevan al barrio y se alimentan un poco más de cien personas.
Lo que a veces es difícil es la constancia pues, lo que al principio iba a ser quince días y se alargó para un mes… ya se cumplen hoy siete meses. Algunas personas, por diversas circunstancias no pudieron ayudar en momentos puntuales o dejaron de hacerlo pero, se han implicado otras nuevas.
Volviendo a la frase de Santa Teresa de Jesús, confirmo que en estos pucheros anda el Señor. Como está escrito en Mt 25, 35: «Porque tuve hambre y me distéis de comer».
Nuestro deseo es que llegue lo antes posible el momento en el que haya una vacuna para el covit 19 y podamos volver una «vida normal», si es que esta gente alguna vez la ha conocido.
¡FELIZ DÍA DE PENTECOSTÉS!
¡Que el Espíritu santo nos vaya configurando poco a poco con Jesucristo en la sencillez de nuestras vidas!

Somos tus signos en el mundo

Jesús es la luz del mundo. Por la Cruz entró en la Gloria del Padre.
Mediante esta luz, hemos reconocido la llamada para seguirle y hemos elegido el Instituto de las Hijas de la Cruz para realizar en plenitud nuestra vocación bautismal, en comunidad y en Iglesia.
(E.V. 1)
200 años del traslado a La Puye
Ocurrió en 1820; por orden de Mons. De Bouillé, obispo de Poitiers, la comunidad de las Hijas de la Cruz abandonó la parroquia de Maillé para establecerse permanentemente en La Puye, en un antiguo monasterio de la orden de Fontevraud, que la Superiora había adquirido.
El 25 de mayo fue el día elegido para el traslado. Antes de salir celebramos la misa, en la iglesia de Maillé, en la que participaron las Hermanas.
Luego salió la procesión de la iglesia de Maillé entre 9 y 10 de la mañana. Se veía al frente a una hermana que llevaba una gran cruz de madera, que era como el estandarte de la congregación; le seguían unas 60 Hijas de la Cruz, caminando de dos en dos y cantando himnos.
A la vista de esto, los habitantes de Maillé, reunidos a la puerta de la iglesia, guardaban un silencio sombrío. Estaban conmovidos de estupor sin haberse podido imaginar hasta entonces que tenían que perder de hecho esta comunidad que habían visto surgir y crecer en medio de ellos, con una alegría mezclada de orgullo. A pesar de tantos anuncios y preparativos, la marcha de las hermanas constituía todavía para ellos una fuente de sorpresa. Pero cuando vieron aparecer al buen Padre, llevando la reliquia de la vera cruz, entonces las lágrimas brotaron de todos los ojos. Llenos de tristeza, algunos regresaron a sus hogares, para no ser testigos de su partida, pero otros prefirieron acompañarlo durante todo el viaje.
Cuando habíamos cruzado parte de las tierras de Maillé, vimos a lo lejos a los habitantes de La Puye, precedidos por su párroco, con la cruz y el estandarte, que llegaban al frente de la procesión cantando salmos y himnos.

El encuentro entre las dos procesiones ocurrió en la división del camino de La Puye con el de la antigua capilla de Saint-Bonifet. El padre Fournet se dirigió a sus antiguos feligreses con una exhortación final, que concluyó dándoles la bendición con la reliquia de la vera cruz. Entonces los feligreses de Maillé regresaron a casa.
Llegamos muy tarde a La Puye. Y al llegar, el buen Padre cantó una misa solemne y anunció la Palabra de Dios a sus nuevos feligreses. Eran las 2:00 am cuando la gente salió de la iglesia. El alcalde y los habitantes principales esperaban que el buen padre encendiera la hoguera que habían erigido en la plaza, pero el buen padre quería que este honor fuera otorgado a la Superiora. Sor Isabel por tanto, fue a recibir testimonios de alegría pública.
Durante ese tiempo, el Buen Padre le rogaba a nuestro Señor que continuara otorgando su bendición a esta labor que había emprendido sólo para su gloria.
(Deodata página 223 y siguientes escritas por la postulante María)

Vivir juntos la Semana Santa
Compartimos este documento que nos ha enviado el Consejo General, para poder vivir juntos la Semana Santa, allá donde estemos, pero unidos en la oración.
Que vivamos este tiempo tan importante para todos los cristianos y en especial, para la Familia Hijas de la Cruz.

Domingo de Ramos
Todos los años, el domingo antes de Pascua, los cristianos católicos celebramos el Domingo de Ramos, recordando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.
Montado en un burro, Jesús entró en Jerusalén y una gran multitud «salió a su encuentro con ramas de palmeras exclamando:
¡Hosanna! Bienaventurado el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel ».
En la celebración del Domingo de Ramos, los fieles salimos a las calles en procesión para celebrar. Sin embargo, este domingo no será así.

Hoy las ramas se colocarán en las puertas, en las ventanas.
Hoy las ramas saludan a Jesús Triunfante que entra no en Jerusalén, sino en las casas de los que creen.
Hoy, estas ramas verdes en las casas simbolizan la expansión de la conciencia de aquellos que enfrentan su fragilidad.
Esta rama verde hoy nos invita a mirar la vida y el mundo de manera diferente, especialmente para bosques y toda la naturaleza. Mira con respeto y compasión.
De todos modos, esa rama verde en nuestros hogares hoy representa la esperanza de que esta pandemia pase y surja un mundo nuevo y mejor.
¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Feliz y Santo Domingo de Ramos!
Terezinha H. Albano
Encuentros de familia
Al finalizar el pasado año 2019, un nuevo encuentro de la Fraternidad Molante se celebraba en Egiluze. Un encuentro de Familia, con momentos de trabajo y de risas. El sábado por la mañana el desierto nos ofrecía tiempo para reflexionar y meditar, por la tarde las tareas propuestas por el Comité Internacional de Laicos nos mantenían en concentración.

Con momentos de oración, tanto el viernes como el sábado por la noche, el encuentro fue muy enriquecedor para todos. Las risas, claro está, también hicieron su acto de presencia, como es habitual después del momento de oración del sábado por la noche y es que el buen humor nos ayuda a afrontar las complicaciones de la rutina diaria. ¡Qué importante es mantener el buen humor!
Recorriendo este camino juntos, en familia y con la Familia Hijas de la Cruz. Superando retos y ayudándonos unos a otros. Es algo grande y motivo de celebración sin duda. ¡Animo y adelante con los faroles!
Artículo copiado de: https://familiahijasdelacruz.blogspot.com/2020/01/encuentros-de-familia.html
Camino de Familia – Encuentro de Laicos y Hermanas de España
Escribe: Javier Lizarraga | Fotografía: Mª Luz Lamana
Me gustaría empezar estas líneas recordando el Salmo 125: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. Esta frase del Salmo podría describir a la perfección lo que vivimos el 6 de julio en la Casa de Oración de Egiluze, en un primer encuentro que tuvimos con el Consejo General, las Superioras de Comunidad y las Hermanas que quisieron participar junto con algunos de los laicos pertenecientes a la Fraternidad Molante.

Un día precioso, soleado, con sensaciones tan gratas que presentíamos todos de que algo bueno y grande iba a suceder. El Espíritu Santo, que siempre dinamiza a su Iglesia y a sus miembros no dejó de estar tan presente que incluso pudiésemos estar sintiendo un “Pentecostés”. Susana nos introducía en lo que se pretendía con esa mañana de trabajo y posterior comida festiva. Como era de esperar nos fuimos presentando cada uno de nosotros, algunas caras más conocidas que otras, pero que al final del encuentro todos pudimos decir “ahora sí nos conocemos, ahora sí sabemos que hacemos, ahora sí vivo en la confianza de sentirnos una misma Familia Hijas de la Cruz”. Susana nos decía, “cada uno donde está, cada uno con sus vivencias y particularidades, cada uno desde su vida propia; pero todos viviendo el Carisma de enseñar, curar y realizar toda clase de buenas obras…”. Es ahí donde nos une, nos une nuestro Bautismo y ese compromiso de vivir la fe, por y para el Evangelio.
“ahora sí nos conocemos, ahora sí sabemos que hacemos…”
En la segunda parte de la mañana, se presentó el trabajo que las Comunidades habían hecho en torno a lo mandado en su día por el CILS. Nuestra sorpresa fue ver como la acción del Espíritu Santo suscita en nosotros cosas bellas. Vimos como los trabajos presentados por las Hermanas y por la Fraternidad Molante, en distintos ambientes, en distintos tiempos y trabajándolo cada uno por separado, eran de tal similitud que solo puede darse si lo que estamos haciendo lo hacemos bajo la mirada de Dios.
Hablamos de futuro y de pasos que podemos dar; salió el cuidar la comunicación, crear espacios donde nos vayamos conociendo… En palabras de Susana “alargar la tienda” en un pensamiento y oración constante de manera bidireccional. Claro que es posible, claro que llegaremos a grandes cosas, porque tenemos que empezar a mirar juntos, ver necesidades y dar respuesta como en su día lo hicieron nuestros fundadores.
Termino otra vez con la frase del Salmo 125, “Dios ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. Que esta alegría perdure en el tiempo, que esta alegría de ser bautizados nos lleve a estar siempre en continuo movimiento, que Dios a través de su Santo Espíritu nos conceda la suficiente valentía para arriesgar por llevar el Evangelio a todos los confines de la tierra. Que San Andrés y Santa Juana Isabel intercedan por todos nosotros.
https://familiahijasdelacruz.blogspot.com/2019/09/camino-de-familia.html