«Queridos jóvenes, no os avergoncéis de mostrar vuestro entusiasmo por Jesús, de gritar que él vive, que es vuestra vida».
«Y cuando sintáis que os pide que renunciéis a vosotros mismos, que os despojéis de vuestras seguridades, que os confiéis por completo al Padre que está en los cielos, entonces alegraos y regocijaos. Estáis en el camino del Reino de Dios».

“Quiero recordar a tantos santas y santos jóvenes, especialmente los de la puerta de al lado”.
“Es impresionante el silencio de Jesús en su pasión, que vence la tentación de responder y de ser mediático”.
“Tener el coraje de callar, con un silencio humilde y no rencoroso”.